10.2.13

Ecosex

Sexo y porno, sí, sexo y porno, de eso ha tocado hablar esta semana en este blog. ¿Una delicia eh? Aunque algunos diréis, "a ver de qué va a hablar que ya no sepa"  o "si porno hay por toda la web", lo sé chiquis, pero como es costumbre en mi, no esperéis que pierda mi tiempo en hablaros de algo normal y común, al menos no desde un punto de vista que sea típico en la sociedad, no es lo mio, para eso no escribo nada porque miles de blogs y webs ya hablarán de ello. No, no voy a hablaros de porno hetero (hetero no significa polla y coño, no, eso no es único de la heterosexualidad), ni porno vainilla o porno gay-lesbo de esos de una escapada a la casa del campo en plan pareja, no. Voy a ir, una vez más, más allá de lo establecido, en este caso de con lo que te puedes poner perrísima cachonda y con lo que no. Bueno, después de esta introducción innecesaria pero que me apetecía, paso a hablaros del Ecosex.

Mi definición de Ecosex, porque es que hay miles por toda la web, no es de cómo mantener sexo de forma ecológica o como estar en paz con la Madre Tierra mantiendo sexo y con la que intercambiar vibraciones espirituales, no, esto no; mi definición está más cerca a "lo queer" y al postporno y, aunque se acerca a esta última que he nombrado, no es tan hippie como la de Annie Sprinkle, a la cual algunos consideran creadora del Ecosex, cosa que para mi no es cierto, pues aunque ella empezase a usar el término Ecosex para creo que la práctica ecosex ya existía desde antes aunque no tuviese nombre, o al menos no ese. Para mi ecosex es una sexualización del medio, rural o urbano, y de sus frutos y estructuras. El ecosex, mi definición de ecosex, se basa en incluir el entorno en nuestras prácticas sexuales así como de lo que el se puede obtener (eso sí, sin implicar una destrucción del entorno natural, y aquí es donde me acerco más a la definición que os contaba antes), ver a la Tierra como una amante. El ecosex va más allá de nuestro cuerpo, el de nuestros amantes o nuestra pareja. Ecosex es ponerte cachonda (sí, en femenino, porque me gusta más así) mientras cocinas, mientras estás enjuagando un pimiento y al vaciarle las semillas de dentro lo masturbas, le metes el dedo, le haces una paja; mientras enjuagas una patata y la frotas con las dos manos, la aprietas y notas su textura; empezar a darle forma a una masa y acabar gimiendo mientras introduces los dedos en la masa y la enrollas de un lado a otro; ecosex es estar en la playa y sentarte a la orilla para que las holas te entren por el bañador para sentir ese cosquilleo y fresquito por las zonas que cubre; estar en la playa y hacer un bulto de arena y masajearlo por todos lados, rozarte con él, o estar en la playa e introducir los dedos o la mano entera en la tierra húmeda, mientras sientes la arena y el agua por tus dedos; es estar en el campo y hacerte cosquillas con una ramita a la vez que se te ponen los bellos de punta por el placer y sin darte cuenta terminas mojando las bragas; ecosex es montártelo en un parque y que te pongan contra un árbol o que te amarren a él. Todo esto y mucho más es ecosex, solo tienes que darle a la imaginación, olvidar que solo te puedes poner cachonda con otras personas o con juguetes de plástico y perder la vergüenza por hacerlo en público, en muchas prácticas ecosex nadie se dará cuenta que te estás poniendo perra, a no ser que no puedas evitar gemir u ocultar la cara de placer. Lo dicho, le dais a la imaginación y perdéis la vergüenza, que os estáis perdiendo todo un mundo.

A continuación dejo un par de vídeos:





Pepper from cecimolano on Vimeo.


Ecosex en la ciudad from monstrodoxa on Vimeo.

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