7.2.13

Abusos sexuales

El sexo es una de las prácticas más universales que hay entre los seres vivos. Para algunas personas sirve para satisfacer sus instintos primarios y para otras porque lo ven parte del amor que sienten hacia otra persona, tanto hombres como mujeres. Sin embargo, hay personas que llevan esta práctica al límite y para satisfacerse a ellos mismos es necesario que abusen de otra persona considerándolo como algo normal para sí mismas y habitual.

Los abusos sexuales están muy extendidos y lo practican tanto hombres como mujeres, aunque sí es verdad, que más hombres que mujeres. Se cometen crímenes atroces con respecto a este tema, y aunque estemos en pleno siglo XXI, ésto no decrece y cada vez va a mas. Desgraciadamente, son muchas las personas que por miedo a lo que pueda pasar no denuncian el caso o toman cartas en el asunto por el amor que sienten a esa persona, en el caso de que hayan establecido anteriormente un vínculo afectivo, y en el caso de que no se conozcan, porque a lo mejor ha sido un caso esporádico y se sienten avergonzadas de lo que ha pasado y prefieren no sacarlo a luz.

Estos abusos por desgracia suceden tanto en personas adultas como en las pequeñas siendo un acto atroz incomprensible para las personas normales. Normalmente las personas que cometen estos crímenes padecen trastornos psicológicos o desórdenes afectivos desde pequeños y tienden a hacer estas prácticas. Son incontables ya los casos de abuso sexual conocidos. Cada vez están creciendo más por simple arrebato o por problemas internos en la pareja, etc.

Menos extendidos, pero mucho más impactantes son los casos en los que el padre o la madre abusan de su propio hijo o hija, por unos motivos que escapan a nuestra comprensión, pero que están ahí. Este tipo de caso perjudicará severamente al crecimiento del niño tanto físico, si ha sufrido heridas graves físicas, como psicológico creando un vacío mental importante, siendo imprescindible terapia psicológica para superar en la medida de lo posible esas fisuras y heridas emocionales.

Hablamos de heridas físicas y psicológicas a corto y a largo plazo. Las heridas físicas en el momento son claras: moratones por el forcejeo, posiblemente algunos arañones, rajas a causa de navajas o heridas internas en los genitales tanto masculino como fenemino, testiculos y vagina, respectivamente. A largo plazo se puede llegar a diferentes traumas como un miedo fuerte a conocer gente nueva o depresiones de cualquier tipo que condicionan tu vida seriamente limitándote muchas cosas de la vida, que en condiciones normales podrías hacer sin problemas, pero debido a esa experiencia traumática.

También cabe la posibilidad de contraer enfermedades de transimisión sexual por estos abusos, tales como ladillas, gonorrea, inflamación de las partes íntimas, etc. Son numerosas las campañas que advierten de los abusos sexuales y alientan a las personas que las sufren que se pongan en contacto con las autoridades para poder prevenir el problema a tiempo, antes de que sea demasiado tarde.

Los abusos sexuales es una de las tareas pedientes del ser humano, como tantas otras que tenemos suspensas.














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