20.4.13

LA CAPERUCITA AZUL Y EL LOBO

Está muy de moda ahora versionar los grandes clásicos de la literatura, en este relato podemos ver un claro ejemplo de una nueva versión de la "Caperucita Roja".


La caperucita azul y el lobo
Había una vez, una niña que se llamaba Emma a quien todo el mundo conocía comoCaperucita Azul, porque siempre llevaba una capucha de color azul que le había hecho su
abuela. A la Caperucita Azul le gustaba mucho ir al bosque a pasear.
Una mañana, cuando se levantó, se puso muy contenta porque hacía un día muy bonito y
quiso ir al bosque. De repente, empezó a oír unos gemidos y se extrañó. Buscó por todas
partes para ver de dónde salían aquellos gemidos y se dio cuenta de que era el lobo que
lloraba. Poco a poco se acercó y cuando estuvo a su lado le preguntó qué le pasaba.
- Es que tengo mucha hambre y no puedo comer - dijo el lobo.
- ¿Por qué? - le preguntó la Caperucita.



- Porque no hay animales en el bosque.
- ¿Y por qué no hay animales en el bosque? - volvió a preguntar la Caperucita, muy
extrañada.
- Porque se han marchado todos - respondió el lobo.
- ¿Y por qué? - siguió preguntando la Caperucita.
- Porque vosotros, las personas, estáis cortando los árboles y los pájaros ya no
pueden hacer los nidos. También ensuciáis los campos, y los animales pequeños
tienen que comer basuras, se ponen enfermos y mueren envenenados. Si nosotros,
los lobos, nos comemos los animales enfermos, entonces también nos moriremos.
- ¡Pero todo eso es muy triste! - dijo la Caperucita.
- Pues sí - contestó el lobo. Además, las personas se creen que nosotros somos malos
y también nos quieren cazar.
La Caperucita Azul se puso muy triste y le dijo al lobo que tenían que pensar alguna cosa.
Finalmente decidieron que la Caperucita explicaría a todos los niños y niñas lo que estaba
pasando:
− Yo, cuando vaya al colegio les diré a mis amigos lo que está pasando en el bosque
y, además, también les diré que expliquen a sus padres que en el bosque ya no
hay pájaros, ni conejos, ni insectos. ¿Tenemos que defender a todos los
animales, empezando por los más próximos a nosotros, no te parece?
− ¡Creo que es muy buena idea! Yo también lo explicaré a todos los habitantes del
bosque - acabó diciendo el lobo.Así, el lobo, la Caperucita y sus amigos empezaron a hablar con todo el mundo; los padres
de los niños, sin embargo, no les hicieron nada de caso.
Los fines de semana todo el mundo iba al bosque, unos cazaban, otros buscaban hierbas y
setas y otros paseaban... Pronto, los padres se dieron cuenta de que lo que habían dicho
sus hijos era verdad: en el bosque no había pájaros, ni conejos, ni erizos, ni hormigas, ni
mariposas, ni moscas. Así, empezaron también a hablar entre ellos de aquello que vieron en
el bosque: ningún animal. Entonces se pusieron de acuerdo para defender el bosque y sus
animales.
Cuando volvieron a casa, todos los padres se encontraron y empezaron a hablar sobre como
podrían solucionar el problema. Recordaron como, cuando ellos eran pequeños, siempre que
iban a jugar al bosque encontraban animales. Querían recuperar el bosque para que todo
estuviera como antes y empezaron a organizarse: unos se encargarían de limpiar las
basuras que la gente había ido tirando, otros plantarían árboles, etc. Y así, poco a poco, el
trabajo de toda la gente se empezó a notar.
Al cabo de unos días, el bosque volvió a ser un sitio agradable, limpio y respetado y los
animales empezaron a volver. El agua de los ríos cada vez bajaba más limpia de la montaña
y, poco a poco, los peces regresaron porque volvía a haber plantas acuáticas, también los
pájaros a hacer sus nidos en los árboles que se habían vuelto a plantar y se volvieron a ver
conejos comiendo las plantas que volvieron a vivir porque todo estaba bien limpio.
Poco a poco el bosque volvió a ser como antes y la Caperucita y el lobo se volvieron a
encontrar. Los dos estaban muy contentos y orgullosos de lo que habían conseguido juntos
y Caperucita pensó que tenían que explicarlo al mundo entero!
De repente tuvo una idea y le propuso al lobo:
- Escucha lobo, tú que corres tanto y conoces muchos animales podrías ir a otro
bosque y explicar nuestra experiencia, como todo ha vuelto a ser verde y como han
vuelto todos los animales. Después, podrías ir a otro bosque, a otro y a otro ... y así
los bosques de todas partes se irían recuperando.
Todavía no había acabado de hablar y el lobo salió deprisa en dirección al bosque más
próximo.

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