Está muy de moda ahora versionar los grandes clásicos de la literatura, en este relato podemos ver un claro ejemplo de una nueva versión de la "Caperucita Roja".
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La caperucita azul y el lobo
Había una vez, una niña que se llamaba Emma a quien todo el mundo conocía comoCaperucita Azul, porque siempre
llevaba una capucha de color azul que le había hecho su
abuela. A la Caperucita Azul le
gustaba mucho ir al bosque a pasear.
Una mañana, cuando se levantó, se
puso muy contenta porque hacía un día muy bonito y
quiso ir al bosque. De repente,
empezó a oír unos gemidos y se extrañó. Buscó por todas
partes para ver de dónde salían
aquellos gemidos y se dio cuenta de que era el lobo que
lloraba. Poco a poco se acercó y
cuando estuvo a su lado le preguntó qué le pasaba.
- Es que tengo mucha hambre y no
puedo comer - dijo el lobo.
- ¿Por qué? - le preguntó la
Caperucita.
- Porque no hay animales en el
bosque.
- ¿Y por qué no hay animales en
el bosque? - volvió a preguntar la Caperucita, muy
extrañada.
- Porque se han marchado todos -
respondió el lobo.
- ¿Y por qué? - siguió
preguntando la Caperucita.
- Porque vosotros, las personas,
estáis cortando los árboles y los pájaros ya no
pueden hacer los nidos. También
ensuciáis los campos, y los animales pequeños
tienen que comer basuras, se
ponen enfermos y mueren envenenados. Si nosotros,
los lobos, nos comemos los
animales enfermos, entonces también nos moriremos.
- ¡Pero todo eso es muy triste! -
dijo la Caperucita.
- Pues sí - contestó el lobo.
Además, las personas se creen que nosotros somos malos
y también nos quieren cazar.
La Caperucita Azul se puso muy
triste y le dijo al lobo que tenían que pensar alguna cosa.
Finalmente decidieron que la
Caperucita explicaría a todos los niños y niñas lo que estaba
pasando:
− Yo, cuando vaya al colegio les
diré a mis amigos lo que está pasando en el bosque
y, además, también les diré que
expliquen a sus padres que en el bosque ya no
hay pájaros, ni conejos, ni
insectos. ¿Tenemos que defender a todos los
animales, empezando por los más
próximos a nosotros, no te parece?
− ¡Creo que es muy buena idea! Yo
también lo explicaré a todos los habitantes del
bosque - acabó diciendo el
lobo.Así, el lobo, la Caperucita y sus amigos empezaron a hablar con todo el
mundo; los padres
de los niños, sin embargo, no les
hicieron nada de caso.
Los fines de semana todo el mundo
iba al bosque, unos cazaban, otros buscaban hierbas y
setas y otros paseaban... Pronto,
los padres se dieron cuenta de que lo que habían dicho
sus hijos era verdad: en el
bosque no había pájaros, ni conejos, ni erizos, ni hormigas, ni
mariposas, ni moscas. Así,
empezaron también a hablar entre ellos de aquello que vieron en
el bosque: ningún animal.
Entonces se pusieron de acuerdo para defender el bosque y sus
animales.
Cuando volvieron a casa, todos
los padres se encontraron y empezaron a hablar sobre como
podrían solucionar el problema.
Recordaron como, cuando ellos eran pequeños, siempre que
iban a jugar al bosque
encontraban animales. Querían recuperar el bosque para que todo
estuviera como antes y empezaron
a organizarse: unos se encargarían de limpiar las
basuras que la gente había ido
tirando, otros plantarían árboles, etc. Y así, poco a poco, el
trabajo de toda la gente se
empezó a notar.
Al cabo de unos días, el bosque
volvió a ser un sitio agradable, limpio y respetado y los
animales empezaron a volver. El
agua de los ríos cada vez bajaba más limpia de la montaña
y, poco a poco, los peces
regresaron porque volvía a haber plantas acuáticas, también los
pájaros a hacer sus nidos en los
árboles que se habían vuelto a plantar y se volvieron a ver
conejos comiendo las plantas que
volvieron a vivir porque todo estaba bien limpio.
Poco a poco el bosque volvió a
ser como antes y la Caperucita y el lobo se volvieron a
encontrar. Los dos estaban muy
contentos y orgullosos de lo que habían conseguido juntos
y Caperucita pensó que tenían que
explicarlo al mundo entero!
De repente tuvo una idea y le
propuso al lobo:
- Escucha lobo, tú que corres
tanto y conoces muchos animales podrías ir a otro
bosque y explicar nuestra
experiencia, como todo ha vuelto a ser verde y como han
vuelto todos los animales.
Después, podrías ir a otro bosque, a otro y a otro ... y así
los bosques de todas partes se
irían recuperando.
Todavía no había acabado de
hablar y el lobo salió deprisa en dirección al bosque más
próximo.
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