"Me llamo Jose Hernández, tengo treinta años y quiero contar algo que me pasó hace apenas un par de meses.A mediados de junio, me fui con mi hermano y su novia a pasar unos días a Almuñécar. Bueno, llegamos, nos instalamos en el hotel y todo bien. Todas las mañanas después de desayunar, nos íbamos a la playa y estábamos allí hasta la hora de comer y a veces incluso hasta por la tarde. Bien, el tercer día que estuvimos en la playa, decidimos ponernos al lado de unas rocas que había. Nos instalamos, nos dimos crema solar y estuvimos un rato tumbados en la toalla hasta que al rato, decidí ir a tomar un baño. Me fuí al lado de las rocas y empecé a buscar cangrejos y caracoles.
Estaba muy entretenido cuando de pronto escuché un ruido detrás de las rocas y decidí asomarme a ver que era aunque la verdad es que no soy muy valiente. Bueno, pues me asomé y al hacerlo escuché un cahpoteo y algo que hundirse en el mar. Empecé a mirar y no veía nada, pero de pronto escuché de nuevo aquel chapoteo y al mirar vi una cola de un verde muy brillante que desapercía bajo el agua. Yo me quedé alucinado, pero seguí mirando por si volvía a verla. Al cabo de un rato si ver nada desistí y me fuía donde estaban mi hermano y su novia a contárselo.
Ellos me creyeron, pero dijeron que seguramente sería algún pez. Sinceramente, yo no se que sería lo que ví, pero de lo que estoy seguro, es de que nunca había visto un pez con una cola tan brillante. Todos los días, volvimos a la playa, pero no volví a ver aquella cola. Como he dicho, hace ya dos meses de aquello, pero yo no he podido olvidarlo y me pregunto si lo que yo vi, no sería una sirena, porque quien sabe lo que puede haber en el mar."
Ángela Romero