18.3.13

Trastornos psicológicos




Los trastornos psicológicos son alteraciones de los procesos cognitivos y afectivos del desarrollo, que se consideran anormales dentro de un marco social, es decir, provocan que la persona que los padece sea diferente por sufrir este tipo de enfermedad. También recibe el nombre de psicopatología. 

Por su naturaleza diferenciada y única respecto a otras enfermedades, hay diversos factores que la originan, como biológico, genético, neurológico, ambiental, familiar, psicosocial o psicológico. En antiguo se dividieron los trastornos psicológicos en orgánicos y funcionales. Haciendo referencia al clasicismo, lo podemos dividir también en neuróticos y psicológicos.

Las neurosis afectan en mayor grado a la percepción del sujeto sobre sí mismo, teniendo en cuenta el nivel de agrado, de plenitud y de integración de esa persona, como las relaciones que mantiene con el entorno social y familiar, pero no presentan los síntomas de desconexión de la realidad y aislamiento dentro de él mismo. Puede manifestarse tanto académicamente como personalmente. Según Freud, éste es el estado natural de la vida psíquica.

Las psicosis son mucho más extremas, y abarcan los síntomas clásicos de delirio, alucionaciones, así como una grave alteración afectiva y relacional. Suelen tener en su mayoría un factor orgánico muy pronunciado, que trata de Trastornos Depresivos y Bipolares. Un ejemplo de psicosis es la esquizofrenia, que por su carácter degenerativo, su repercusión social, personal y familiar, y su desconexión de la realidad y aplanamiento afectivo, es una de los trastornos psicológicos a considerar.

Las consecuencias de una enfermedad mental desemboca directamente en el aislamiento social, inactividad, desorden de la vida en general, y en ocasiones en comportamientos violentas y en tendencias suicidas.

Entre las neurosis, cuya palabra se ha ido abandonado para suplirla por trastornos, las más conocidas y destacadas son los trastornos depresivos como la distimia, del sueño como el insomnio, de personalidad como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y sexuales como el exhibicionismo o el sadismo.

Entre las psicosis, las más importantes son la esquizofrenia mencionada anteriormente, delirante o paranoide. Son típicos los síntomas de cambios bruscos en la personalidad o hablar solo (soliloquio).

Este tipo de enfermedades se pueden tratar debidamente mediante la psicoterapia y los psicofármacos. La psicoterapia tiene como base la integración social y en grupo del sujeto para que tome de nuevo contacto con la sociedad. Los psicofármacos son medicamentos especiales para este tipo de casos, que son generalmente fuertes y poseen muchos efectos secundarios.





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